sábado, 16 de abril de 2016

TRABAJO EN EL HUERTO: APRENDEMOS A REALIZAR INJERTOS Y PLANTAMOS ÁRBOLES FRUTALES Y ORNAMENTALES

Durante los días 12 y 13 de Abril, todos los alumnos de 1º ESO volvieron a realizar diferentes talleres en el huerto escolar ecológico.
En esta ocasión aprendimos a hacer injertos y plantamos, en diferentes zonas del centro, árboles frutales y ornamentales. Nuestros alumnos cuidarán, a partir de ahora, de estos árboles que han plantado.

El injerto es un método de propagación vegetativa artificial de los vegetales en el que una porción de tejido procedente de una planta —la variedad o injerto propiamente dicho— se une sobre otra ya asentada —el patrón, portainjerto o pie—, de tal modo que el conjunto de ambos crezca como un solo organismo. El injerto se emplea sobre todo para propagar vegetales leñosos de uso comercial, sean frutales u ornamentales. El injerto se emplea para permitir el crecimiento de variedades de valor comercial en terrenos o circunstancias que les son desfavorables, aprovechando la mayor resistencia del pie usado, o para asegurarse que las características productivas de un ejemplar se mantienen inalteradas, frente a la dispersión genética que introduce la reproducción sexual.

El injerto sólo es posible entre especies más o menos estrechamente relacionadas, puesto que de otro modo los tejidos resultan incompatibles y la conexión vascular necesaria para la supervivencia de la variedad no se realiza.

El injerto al aire libre se realiza en el momento en que se inicia el movimiento de la savia (marzo hemisferio norte) hasta se produce su declive en (Septiembre-Octubre hemisferio norte) preferentemente en primavera y a finales del verano. 

El injerto es una técnica conocida desde la Antigüedad. Está documentado en China desde comienzos del I milenio a. C., y en Occidente ya la Grecia clásica lo conocía. Aristóteles describe con bastante detalle las técnicas empleadas en su época, y los escritores agrícolas romanos las documentan asimismo. Aunque el interés en la práctica continuó y se estimuló en el Renacimiento, no sería hasta el siglo XVII en que Henri Louis Duhamel estudiase la función de los tejidos en el proceso de injerto, investigaciones continuadas por Hermann Vochting que sentaron las bases de los conocimientos modernos sobre injerto. A partir de los años 1920 se cuenta con descripciones científicas del injerto en púa, y a partir de los años 50 se popularizó en cucurbitáceas y solanáceas. La extensión del cambium en éstas es la que parece favorecer su aplicación.


Aquí os dejamos una dirección para aprender a hacer injertos de diferentes tipos:






Y aquí os dejamos las fotos de nuestros chicos. Esperamos que os resulte tan interesante como a nosotros.